Dentro de nuestro magnífico periplo por las Antillas y Granadinas con Pullmantur, otra de las escalas a las que se acercó el Blue Dream fue Barbados. Teníamos las opciones de:
- Catamarán, Tortugas y Playa
- Aventura en 4x4
- Santuario Natural Graeme Hall
- Lo Mejor de Barbados
- Crucero pirata Jolly Roger
- Snorkel y Playa
Nosotros nos decidimos por "Lo Mejor de Barbados" sobre todo porque al menos íbamos a tener uan breve idea de cómo es este pequeño país cariño. Fue la elección acertada aunque era una visita muy flojita.
Salimos desde la capital Bridgetown donde atracó el barco. Nos movimos en minibus por la costa Oeste La idea era pasar por zonas más lujosas con campos de golf aunque realmente yendo por la carreteras principal algo se podía imaginar pero no vimos nada. La cámara de fotos se quedó en el bolsillo. Tampoco era algo importante ver esas zonas residenciales.
La primera parada fue en una Reserva de Vida Salvaje (Barbados Wildlife Reserve) en el Parque Nacional de Farley Hill en Speightstown. Se pueden ver ciervos, tortugas, iguanas, cocodrilos, flamencos y alguna que otra ave exótica. Una mañana simpática para conocer un poco de la fauna local, y relajarse entre las sombras de la flora autóctona como las palmeras. Dentro tenían una pequeñita tienda local de recuerdos, anuque esta vez no compramos nada.
Cada cierto tiempo en conductor nos paraba en algunos lugares estratégicos para poder ver las playas de la isla, algún acantilado y la vegetación.
De camino lo único que podíamos hacer era ver por la ventana los pequeños pueblecitos, que ya guardan un diseño más acorde con las unas viviendas más convencionales.
Nos dirigimos a la Iglesia de Saint Johns en Blackmans. Construcción muy anglosajona y de carácter protestante en la que destacan las tumbas en el exterior. Estaba en un lugar ideal para tener una panorámica de la isla al estar a 800m de altura.
Una de las visitas que más nos gustaron fue, casi como colofón, la de Sunbury Great House. Fue una antigua plantación colonial ya convertida en casa museo, y que tiene más de 300 años de antigüedad. En el interior muestran todos los aparejos de cultivo, así como un rico material de la vida cotidiana de aquella época. En este mismo lugar, y en una de las terrazas exteriores disfrutamos de una buena comida con pescado y arroz. Tras ello aprovechamos para darnos una vuelta por el jardín que tienen muy bien cuidado.
La siguente parada fue la playa de Worthing Beach, situada en una zona
hotelera. Muy bien para tomarse un bañito y con un sol agradable. El
agua, por supuesto, calentita. Queríamos hacer moto de agua pero se nos
adelantaron unos amigos rusos y en 1h tampoco dió para mucho. la mejor
sorpresa fue toparnos en el agua con una tortuga gigante, anuque fue
complicado hacer una foto (nos fatló la cámara acuática). Tras esta pausa, en la que algún pasajero se entretuvo más de la cuenta comprando regalos, nos marchamos de nuevo al barco. Apenas compramos una botellita de ron de la isla con una decoración sensacional (todavía sin abrir de recuerdo).
A la vuelta de nuevo pasando por la capital tan sólo pudimos observar el Chamberlain Bridge, el Parlamento de Bridgetown y la Independence Square. No hicimos una parada en el centro de la ciudad así que poca información gráfica al respecto.