Gracias a la naviera española Pullmantur y embarcados en el Zenith hicimos otro de nuestros cruceros por el Mediterráneo Oriental. En esta ocasión hicimos Tierra Santa con escalas en Atenas, Alejandría, Port Said, Ashdod y Limassol. Fue una experiencia única sobre todo porque la televisión da una imagen que a veces parece ficción que la realidad transforma en algo más tangible y hermoso. A diferencia de otros cruceros, en todas las ciudades realizamos excursiones guiadas.
ALEJANDRÍA
A pesar de su grandeza - histórica y de población - tuvimos tiempo de visitar aquellas zonas emblemáticas y con más peso dentro de la ciudad. Fundada por Alejandro el Grande en el año 332 la ciudad es digna del nombre del Emperador. El puerto está un poco lejos, a unos 30km aproximadamente. Desde la terminal hasta la ciudad es una carretera costera "interminable" llena de coches es un caos absoluto de circulación de 2 a 6 carriles.
La estampa incial comienza por la entrada en el Puente Stanley.
Unos minutos más tarde nos metemos de lleno en el centro histórico que es una magnífica "miniciudad" amurallada.
Lo primero que visitamos fue el Palacio Real o Palacio de Montazah. Es impresionante el porte que tiene. En realidad está dividido entre el palacio de los hombres y el palacio de las mujeres.
Si nos gusta la Historia, una de las paradas obligadas era acercarse hasta el Museo Nacional de Alejandría. Y así hicimos nosotros.
De camino hicimos una parada para descansar y estuvimos en la zona de la Ciudadela o Castillo de Qaitbay, una fortaleza con un porte sensacional y muy bien cuidada. Destaca por su excepcional piedra blanca. Tuvimos la ocasión de darnos una vuelta por el paseo marítimo para relajarnos.
Al igual que en la parada anterior, la Mezquita de Abu Al-Abbas al Mursi, y más conocida como Mezquita del Murciano, también guarda un aspecto fabuloso por su piedra. Nos recuerda mucho a la Mezquita de Túnez, aunque es de menor dimensión. Es el edificio religioso de más importancia en la ciudad. Su interior nos recuerda mucho a cualquier monumento islámico.
No podíamos marcharnos de Alejandría sin conocer el espíritu callejero, así que apostamos por dar una vuelta entre los bazares y tiendas tradicionales. Es una ciudad llena de vida y con espíritu comercial increíble.
Naturalmente, no podíamos perder la ocasión de ver una de las bibliotecas más famosas del mundo: la Biblioteca Nacional de Alejandría. Un recital de arquitectura moderna que parece emerger del mar.
Una de las opciones era estar dos días en El Cairo, pero preferimos conocer esta ciudad.
PORT SAID
La segunda escala de visita fue también en Egipto, en el incombustible puerto de Port Said cerca del Canal de Suez. Es una de esas ciudades que pueden parecer poco atractivas por tener un gran puerto de mercancías pero es bonita y cuenta con edificios del siglo XIX.
Aceptamos el reto de pasar por El Cairo y de camino como es normal un poco de desierto.
Egipto es igual al Nilo. No podía faltar una visita a este influyente río. Optamos por comer en un barco flotante donde nos dieron comida típica y nos ofrecieron una excelente demostración del baile del vientre y el baile folclórico de Said.
Y la última estampa, que no por ser típica es menos curiosa, fue la de ver entre el tráfico a burros y camellos bien "conducidos". ¿Quién pasaba primero? Lo dejamos en suspense para que lo visitéis y lo veáis.
ASHDOD - Jerusalén y Belén
Si las dos escalas anteriores han sido espectaculares y emocionantes, ésta no lo es menos. Seguramente para la gente religiosa sea una escala "obligada" o necesaria. Para los que no lo son, es una parada que gusta por su contexto arquitectónico y monumental.
Fuimos primero en autobús hasta Jerusalén y duró el trayecto unas 2 horas. A tener en cuenta que si la excursión se hace por cuenta propia hay muchos controles policiales, a veces muy extrictos.
Nuestra jornada comenzaba en el Monte de los Olivos (muy Mediterráneo, verdad?), una excepcional explanada donde dan muchos sermones.
Visitamos el Jardín de Getsemaní para apreciar la Iglesia (de Getsemaní).
Desde aquí nos movimos para hacer el recorrido de la Vía Dolorosa (tan sólo pudimos hacer 3 de las paradas) hasta la Iglesia del Santo Sepulcro donde duerme una "losa" en la que Jesús estuvo tumbado al bajar de la Cruz..
Ya que estamos en Jerusalén no podía faltar el apreciar el lugar más apreciado por los judíos: el Muro de las Lamentaciones (o el Muro Occidental) que es parte del templo de Salomón.
Como la historia da mucho para hablar y ver, la jornada continuó hacia Belén. Nuestro guía israelí se bajó porque no puede entrar en Palestina.
Tuvimos una parada obligada en la frontera entre ambas zonas.
La única visita que hicimos fue la Basílica de la Natividad donde se señala con una estrella el lugar del nacimiento de Jesús. Allí tuvimos que pasar por una puerta/agujero agachados por lo es considerada la entrada y vimos los excelentes mosáicos del interior.
Lo único que nos faltó, dado que era un tour de día completo, fue visitar el Mar Muerto. La próxima vez.
(Tenemos fotos exclusivas en Belén que no podemos mostrar)
LIMASSOL
Esta vez no escogimos ninguna excursión y decidimos ir por libre a ver la ciudad chipriota. Teníamos opcion con Pullmantur de ir a Kourion y Omodos, a Nicosia (la capital dividida), Paphos o la Isla de Parra. Hubiera sido una gran opción Nicosia, pero queríamos ese punto de aventura y tranquilidad para esta jornada.
Mucho, mucho calor y una gran caminata. Desde el puerto al centro de la ciudad tardamos por lo menos unos 35-40 minutos por el Paseo Marítimo, aunque no teníamos prisa. La ciudad realmente fue construida en base a dos ciudades antiguas: Kourion y Amathus.
Nuestra parada inicial fue Mezquita de Kropulu, aunque no entramos.
A continuación la Catedral de Agia Napa. Excelente por fuera y muy bien cuidada. Para llegar a ella lo mejor es recorrer el fantástico paseo marítimo (que son varias avenidas seguidas y enlazadas) y a la altura del parking girar a a izquierda por una de sus callejuelas.
Una de las que nos pareció que tenía un porte y una presencia en la ciudad muy fuerte fue la Iglesia de Panagia Katholiki, sobre todo por sus colores y su gran conservación.
No obstante, si se desean visitar mezquitas e iglesias la ciudad está repleta de ellas. Merece la pena coger un mapa y visitar las más importantes.
Nos encantó un edificio histórico de tipo colonial en el centro histórico de la ciudad, ahora convertido en bar. Sin duda, para nosotros, una imagen magnífica del estado de la ciudad. Aunque vieja, para nosotros muy limpia. Recomendamos la Agio Andreu Street.
Una de las construcciones que más nos llamaron la atención fue el Ayuntamiento de Limassol, que nos recuerda a alguna edificación en South Beach de Miami aunque le faltan las luces neón.
ATENAS
Esta fue la escala de embarque y desembarque. Debido a los horarios de los vuelos no pudimos hacer una gran visita, pero pudimos contemplar lo más importante de la ciudad y visitar la zona turística por excelencia:
La Acrópolis (donde admiramos el Partenón, el Propileo y el Erechtion):
La zona de Plaka con sus tiendas de souvenirs, bares y restaurantes:
Y el Parlamento y su cambio de guardia.
Zona de las Universidades:
La próxima vez la visitaremos más a fondo para contar más cosas.
Y ahora.. a seguir preparando más reportajes de lugares que hemos conocido... en crucero, claro !!!