El Convenio SOLAS de Naciones Unidas que normaliza todo lo concerniente a la seguridad de la vida humana en el mar, incluida la calidad de construcción de las naves y selección de los materiales a emplear y cuáles no, número de embarcaciones salvavidas que debe llevar cada nave y a qué altura del barco colocarlas para facilitar el acceso del pasajero en el momento de la emergencia, las escaleras dentro del barco de un piso a otro y a qué distancia debe estar una de otra.
Solas estableció que a partir de octubre pasado serían retirados del servicio internacional unos 10 viejos cruceros por haber sido construidos con materiales combustibles. Eso incluye a embarcaciones que tienen más de 35 años de antigüedad y no hayan sido modificadas. La cifra que Solas exige poner fuera de servicio ahora representa una total de 4 mil camas, o sea un 3% de la capacidad total de cruceros para el escenario europeo.
Según los datos que hemos recogido, desde mediados de los años 70 los astilleros no emplean materiales combustibles pero en algunos barcos aún conservan los viejos materiales, excepto aquellos que tenían asbestos y que los desguazaron todos, como el "Norway" (ex France). Sin embargo unos pocos de estos barcos, como el "Black Prince" construido en 1966 y adquirido en Venezuela (vendido por Fred Olsen Cruises) continuará operando en el servicio de ferry local.
Hace algún tiempo leímos que la categoría de un crucero se medía por el costo de cada camarote, que en los recientemente construidos llegaba a un promedio de 200 mil dólares, ahora serían 300 mil dólares. Pues bien, en los viejos barcos de más de 35 años se calculó que la inversión para mejorarlos no debía superar los 12 mil dólares por camarote, más arriba de lo cual era inviable su mejora. Muchos de ellos han sido modificados a lo largo de sus años dos o tres veces y aún están navegando en excelentes condiciones y según dicen vale la pena un nuevo reciclaje, para no más de 5 años. En la lista de barcos condenados figuran 15 que fueron a desguace y otros no tienen habilitación para el servicio internacional.
Tal es el caso del Black Prince, gemelo del Black Watch que nos visitó en el 2003 y 2006 y sigue en servicio, pero no en los circuitos turísticos internacionales. Hemos conocido muchos de estos viejos transatlánticos que entonces tenían a bordo dos y hasta tres clases sociales para viajar. Cuando se entronizó el tiempo de los cruceros, se suprimieron las clases: menos camarotes y más confort y sobre todo más lugares de esparcimiento para poder funcionar como crucero turístico. Otros viejos y muy exclusivos, fueron modificados para agregarles más camarotes. Pero todo ello estaba subordinado al costo de los combustibles que con motores viejos muy consumidores, desbarataban todo proyecto de mejora. Y la segunda instancia en los requerimientos modernos fue la instalación de los sistemas de seguridad para el barco y para los viajeros exigidos por la OMI y por Solas que son muy costosos, incluso los botes salvavidas ahora son tenders cuyo valor supera los 800 mil dólares por unidad.
Tal es el caso del Black Prince, gemelo del Black Watch que nos visitó en el 2003 y 2006 y sigue en servicio, pero no en los circuitos turísticos internacionales. Hemos conocido muchos de estos viejos transatlánticos que entonces tenían a bordo dos y hasta tres clases sociales para viajar. Cuando se entronizó el tiempo de los cruceros, se suprimieron las clases: menos camarotes y más confort y sobre todo más lugares de esparcimiento para poder funcionar como crucero turístico. Otros viejos y muy exclusivos, fueron modificados para agregarles más camarotes. Pero todo ello estaba subordinado al costo de los combustibles que con motores viejos muy consumidores, desbarataban todo proyecto de mejora. Y la segunda instancia en los requerimientos modernos fue la instalación de los sistemas de seguridad para el barco y para los viajeros exigidos por la OMI y por Solas que son muy costosos, incluso los botes salvavidas ahora son tenders cuyo valor supera los 800 mil dólares por unidad.
Por ejemplo, el "Queen Elizabeth 2", construido en los años 60 tenía calderas que quemaban fortunas de petróleo por día, así que se las cambiaron, pero el petróleo continuó subiendo de precio por lo que se le introdujeron nuevos cambios -le modificaron hasta la forma de las hélices- para ahorrar combustible. Pero al final se vendió a Dubai para servir como lujoso hotel flotante donde está ahora y tenemos entendido que hasta la electricidad se la suministran de tierra. Muchos de los cruceros hoy desaparecidos visitaron Montevideo en las décadas de los 70, 80 y hasta mediados de la del noventa.
Fuente: El País Digital
Fuente: El País Digital
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