Parece que la moda del "todo incluido" se va imponiendo cada vez más en más navieras. Será la crisis, será la necesidad de captar más clientes, o será el hecho de querer ofrecer un valor añadido. El caso es que las navieras de lujo ya lo tienen por defecto (lógico por el valor del crucero), otras por tener ese incentivo que les destaque al no tener grandes barcos, y otras porque es un negocio más.
El caso es que Windstar ha decidido optar por esta postura del "todo incluido" (a medias) y a partir de diciembre de 2011 todos sus cruceros contarán con agua (botella), zumos y refrescos, leche té y cafés. Las bebidas alcohólicas, de momento, se siguen pagando a bordo. La realidad es que esto sí hace falta en estas navieras dado que si ya de por sí ofrecen algo especial, este detalles las hace aún mejores.
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