Dubai es una ciudad espectacular, rascacielos,
carreteras anchas, limpieza extrema y gente muy respetuosa y amable. Es
quizás la que tenga más contenido para disfrutar.
Si
se llega por avión a Dubai, podemos dejar las maletas en el mismo
aeropuerto en una sala justo al lado de la parada de taxis. Por
4€/maleta se puede dejar 12 horas y es muy seguro.
Conocer
esta ciudad es fácil si lo haces en Metro. Sólo hay dos líneas: línea
roja (comienza en el aeropuerto y recorre Dubai de norte a sur llegando
hasta Jebel Ali. Tiene paradas en Burj Dubai, Mall of Emirates o Ibn
Battuta Mall); y verde (recorre los puntos de interés más importantes de
Deira y Bur Dubai). Es un Metro barato, limpio y va por el exterior, no
es subterráneo. Con él se puede ir hasta el Burj Kalifa, el edificio
más alto del mundo, que para acceder debe hacerse por el Mall Dubai, un
gran centro comercial que está justo al lado. Allí están las mejores
tiendas tanto firmas internacionales como vestimenta típica árabe de
lujo.
Subir al Burj Kalifa impresiona, no sólo por el edificio en sí y las vistas sino también por el recorrido que hay que hacer. El ascensor que sube a 10m/segundo. Si el sía está despejado de tormentas de arena se ve toda la ciudad en extensión con claridad. Para comprar el ticket mejor hacerlo online y por adelantado (http://www.burjkhalifa.ae/). Si queremos una buena fuente y como era de esperar, aquí está la más grande del mundo: Dubai Fountain.
Muy cerca del Burj Kalifa están las Emirate Towers, dos torres iguales que son todo oficinas comerciales.
Otro de los lugares de interés, que también se avista viajando en el metro, es el hotel Burj Al Arab de 7*. Aquí se puede hacer una buena sesión de fotografías. Aunque no tuvimos tiempo, otras de las atracciones es la gran pista de hielo Ski Dubai, el hotel Atlantis, y, como no, la zona de Palm Jumeirah y su isla en forma de palmera. En este sitio nos encontramos con su mezquita. Si buscamos algo más típico, en Al-Bastakia podremos admirar las casas antiguas con sus características torres de viento.
Al contrario que en países árabes, se puede coger taxi baratos y no es necesario pactar el precio ni regatear. Por la noche merece la pena recorrer la Av. Sheik Zayed Road llena de luces y cenar en un dhow (barco típico árabe) por la cala de la ciudad.
Para disfrutar del desierto y sus dunas lo mejor es encontrar una excursión con la compañía naviera. La arena es roja y las dunas espectaculares. A veces durante las excursiones por el desierto ofrecen un aperitivo o cena y también una vuelta el camello.
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