Estamos nerviosos. Hace tanto tiempo que
hablamos de él, que no sabemos como va a ser nuestro encuentro. ¿Será
elegante?, nos preguntamos. "Seguro que nos sorprende", dice nuestra
compañera Paloma mientras nos acompaña el personal del puerto hasta la
zona de embarque. Detrás de la estación portuaria del puerto de Vigo
tan solo vislumbramos el imperioso Costa Deliziosa pero esta vez no va a
ser el protagonista dado hemos venido a ver a un barco que sabe más del
mar que el mismísimo Neptuno.
Por
fin lo vemos a lo lejos mientras caminamos hacia él, con las banderas
sin izar sus 5 mástiles nos sorprenden, se le ve más endeble de lo que
pensábamos pero esto nos genera mucha más curiosidad por conocerlo.
Cuanto más nos acercamos más nos invade la emoción y, por fin, allí
estamos frente a uno de los veleros más codiciados de cuantos hay en el
mundo de los cruceros: el Star Flyer de la compañía Star Clippers.
Lo primero que nos encontramos nada más pasar por la pasarela que une el barco con el puerto son 3 enormes sonrisas, 2 de ellas de unos marineros que limpian la cubierta y recogen unas cuerdas mientras que la otra es de la asistente de los clientes a bordo, algo que nos sorprende mucho que exista tal puesto en un barco con tan solo 172 pasajeros en su capacidad máxima. Esta bienvenida quería decir mucho de lo que nos íbamos a encontrar a bordo: un barco con alma y una tripulación amable hasta extremos insospechados.
Instalaciones
No nos equivocábamos demasiado, y es que después de una más que cordial bienvenida nuestra guía de origen suizo nos lleva a uno de los 2 bares que se encuentran a bordo del Star Flyer y donde se realiza gran parte de la vida a bordo de este crucero. Allí el camarero flanqueado de una barra de auténtica madera al mas puro estilo Irlandés nos recibe con un cóctel.
A la derecha una máquina de coser gigantesca, nunca la habíamos visto igual, nos dicen que es para coser las velas cuando alguna sufre una rotura y son los clientes los que ayudan a hacerlo y nos hacen una pequeña demostración que nos deja con la boca abierta.
No nos equivocábamos demasiado, y es que después de una más que cordial bienvenida nuestra guía de origen suizo nos lleva a uno de los 2 bares que se encuentran a bordo del Star Flyer y donde se realiza gran parte de la vida a bordo de este crucero. Allí el camarero flanqueado de una barra de auténtica madera al mas puro estilo Irlandés nos recibe con un cóctel.
A la derecha una máquina de coser gigantesca, nunca la habíamos visto igual, nos dicen que es para coser las velas cuando alguna sufre una rotura y son los clientes los que ayudan a hacerlo y nos hacen una pequeña demostración que nos deja con la boca abierta.
Este es el espíritu que hay en el barco, los clientes son activos participantes de la vida del navío
y todos conforman un equipo, salvando las distancias evidentes de quien
va a descansar y a disfrutar de su tiempo libre.
En este Bar/Pub nos comentan que es donde tiene lugar todas las noches los espectáculos de animación como, karaokes, juegos de parejas o un "Tú si que vales" al estilo sueco donde dejan que cada huésped muestre sus habilidades frente al resto de los pasajeros ganándose su más sincero aplauso.
En este Bar/Pub nos comentan que es donde tiene lugar todas las noches los espectáculos de animación como, karaokes, juegos de parejas o un "Tú si que vales" al estilo sueco donde dejan que cada huésped muestre sus habilidades frente al resto de los pasajeros ganándose su más sincero aplauso.
Justo al lado y tras una cristalera, encontramos la biblioteca,
y es que es muy importante la lectura en este crucero ya que la señora
Krafft, mujer del dueño de la compañía, es una amante de los libros,
hasta tal punto que un retrato de ella corona la estancia rodeada de
cartas marítimas, libros de novelas y guías de todos los países por
donde navega el velero para el disfrute de todo el pasaje.
CamarotesDesde ahí nos llevan al primer camarote, y aquí otra sorpresa más...está en la cubierta!!!
Y es que para acceder al mismo hay que salir del interior del barco y
dirigirse a una de las 2 piscinas donde justo en frente se encuentra la
puerta del camarote. Lo primero que pensamos es que debe ser
espectacular salir por la noche después de cenar y quedarte junto al
camarote viendo las estrellas. Seguimos soñando que le vamos a hacer,
nos encantan los barcos. Cuando entramos en el camarote lo primero que
notamos es que las dimensiones del mismo son reducidas, es la clase más económica todo sea dicho pero suficiente para una sola persona ya que se trata de un camarote individual.
Después de esta curiosidad nos llevan a justamente lo contrario, la Owner Suite, que es el camarote más grande del barco y efectivamente es así pero no nos imaginemos 100 metros cuadrados, la estancia es de espacios mucho mas reducidos, seguimos en un velero no os olvidéis. En cuanto entramos nos cuentan otra anécdota y es que este camarote tiene la llave del mismo a disposición de todos los pasajeros justamente colgada en el pasillo. ¿Perdone? No nos convence la idea de que el camarote más lujoso pueda ser utilizado por todos pero rápidamente nos tranquilizan haciéndonos alzar la vista dentro del mismo y es que ahí está la escotilla de emergencia por donde se sale en caso de emergencia a bordo, lo cual nos deja más tranquilos que nadie entrará a pedirnos pasta de dientes por la noche.
Restaurante
Han pasado 2 horas entre explicación, anécdota y sonrisas que no nos hemos enterado y ya son las 13h y es hora de comer (si, llevan el horario europeo pero ya teníamos hambre de todas formas). Nos llevan hasta el restaurante buffet y vemos que la variedad es muy satisfactoria, pescados, carne, un gran abanico de ensaladas, un show cooking donde nos cocinan pasta y carnes a la plancha y un amplio buffet de postres típicos del puerto visitado, en este caso España y donde encontramos natillas y arroz con leche (este último no está como el de nuestras abuelas pero bastante aceptable).
Han pasado 2 horas entre explicación, anécdota y sonrisas que no nos hemos enterado y ya son las 13h y es hora de comer (si, llevan el horario europeo pero ya teníamos hambre de todas formas). Nos llevan hasta el restaurante buffet y vemos que la variedad es muy satisfactoria, pescados, carne, un gran abanico de ensaladas, un show cooking donde nos cocinan pasta y carnes a la plancha y un amplio buffet de postres típicos del puerto visitado, en este caso España y donde encontramos natillas y arroz con leche (este último no está como el de nuestras abuelas pero bastante aceptable).
Actividades
Todo estaba riquísimo y mientras tomamos el café vemos como una persona de la tripulación se acerca a una mesa a enseñarle a una pareja a hacer nudos marítimos, parecen entusiasmados pero sobre todo parecen conocer al marinero de toda la vida y es que esto es el alma de la compañía, un velero donde la convivencia sea cordial, donde se genere una atmósfera desenfadada y en que el auténtico valor del viaje radique en la experiencia de vivir durante unos días lo maravilloso de ser un marinero libre con cientos de historias que contar a la vuelta.
Todo estaba riquísimo y mientras tomamos el café vemos como una persona de la tripulación se acerca a una mesa a enseñarle a una pareja a hacer nudos marítimos, parecen entusiasmados pero sobre todo parecen conocer al marinero de toda la vida y es que esto es el alma de la compañía, un velero donde la convivencia sea cordial, donde se genere una atmósfera desenfadada y en que el auténtico valor del viaje radique en la experiencia de vivir durante unos días lo maravilloso de ser un marinero libre con cientos de historias que contar a la vuelta.
Antes de irnos nos llevan a proa, donde Leonardo di Caprio hubiese hecho de las suyas alzando las manos al viento y nos muestran una red que cuelga a media altura del casco y justo encima del mar donde nos cuentan que los huéspedes se pueden acostar mientras el barco navega
dejando un espacio entre nuestro cuerpo y el agua de apenas 4 metros y
desde donde dicen que los delfines se ven de forma nunca jamás imaginada
cuando navegan junto al barco...
Ahora sí, ya nos podemos ir con la sonrisa fijada para todo el día.
Así ha sido nuestra experiencia a bordo de un barco de Star Clippers,
ni se trata de lujo aunque sea un crucero con precios medios por encima
de los 3000€ por persona, ni se trata de un barco con espectáculos de
broadway, ni 5 clases de restaurantes ni siquiera con Spa; Star Clippers
es mucho más que todo eso.
#experienciacruceros
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