Es la cuarta vez que venimos a Santorini y no nos cansamos (leer reportaje anterior).
 Será porque cada vez hacemos una cosa diferente pero también porque es 
isla fantástica para ver los atardeceres y sus magníficos pueblos. 
Aunque "atracamos" en la terminal de Fira, y esta vez subimos en 
teleférico por 4€/persona y no en burro, nos decidimos a visitar Oia, 
que está a la otra punta de la isla. Si alguien decide quedarse en Fira 
(Thira) y subir las escaleras hay 588.
La
 mejor alternativa es ir hasta la estación de autobuses y por 1,60€ 
(precio estandard en todas las islas) puedes ir a Oia y se tarda unos 25
 mins. En el bus, sobre todo en temporada alta, no hay leyes: éramos 70 
personas en un autobús de 55 asientos. 
La
 ciudad es preciosa y quizás más espectacular que Fira. Tiene menos 
comercios y se ve una panorámica magnífica. El autobús te deja justo en 
la última parada, en una especie de plaza-parking. Enfrente hay lo que 
parece un punto de información turístico pero es una agencia. No tiene 
ningún mapa. Hicimos el tour por todas las callejuelas. Lo primero que 
veremos es una heladería... sensacional porque refresca en días 
calurosos !!!
La primera parada que hicimos fue en la Iglesia Platsani, la más grande y más bonita. 
Realmente
 tiene una calle principal (N. Nomikou) con vistas al mar y su 
acantilado que es donde se ubican los mejores restaurantes y hoteles, y 
casas con unas piscinas y tejados-terraza que sólo se pueden ver en esta
 isla. Se avista la isla de Nea Kameni y su volcán, y que tienen aguas 
termales sensacionales para bañarse. Fue otras de las opciones que 
manejamos de excursión.
Entre las callejuelas destacamos dos tiendas muy especiales: una tienda de recuerdos locales y una librería.
La foto más típica de Grecia y sus islas, con la iglesia de bóveda azul, se toma desde aquí:
Otra de las iglesias más destacadas es la de Agios Giorgios.
Al
 final de la isla hay un mirador Castillo de Oia que te permite ver la 
grandeza de la ciudad y panorama, así como el otro camino de escaleras 
por donde bajan los burros y donde llega hasta la playa y puertecito de 
Amoudi. Desde aquí nos tomamos una bebida en uan terraza magnífica. A la
 hora de comer estuvimos en el restaurante Floga donde tienen un muy 
buen  servicio y una terracita de 5 mesas.
Ya
 para la vuelta, optamos por lo mismo que a la ida: autobús. Eso sí, una
 vez llegamos a Fira decidimos bajar a pie los 588 escalones, porque 
había una cola de 2-3h para bajar en teleférico, sobre todo si coinciden
 5 barcos de cruceros como era este día. ¡¡Cuidado no resbalarse con la 
"caca" de burro !!



























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