Desde que comenzó esta crisis mundial (provocada o no por las grandes controladoras del dinero en el mundo llamados fondos de inversión y gestores de bonos) parece que muchas navieras, a pesar de las grandes inversiones que están haciendo en construir barcos, acondicionar islas privadas, construir embarcaderos... tienen que recortar gastos para adecuarse a una cuenta de resultados que aparezca cada vez más en la zona verde del positivo.
Todo esto, y es algo que ya sucede en muchos mercados como el hotelero, el bancario, en el del automóvil... está pasando ya en el de los viajes y, por supuesto, en el de los cruceros.
Aunque el grupo Carnival Corporation es muy grande, ha dejado en manos de Costa Cruceros a la naviera Iberocruceros, de tal forma que ahora ya totalmente absorvida y ya comparten equipo comercial, informático, contable...
Lo mismo está pasando con el grupo Royal Caribbean International, que hace años compró Pullmantur y ahora mismo ya cuenta con la misma plataforma de ventas de cara a agencias y, esperemos unos años, quizás comiencen a compartir más cosas. De momento, Royal Caribbean ya ha pensado en reducir en 100 personas su plantilla, y Pullmantur se marcha (casi seguro) a Panamá para reducir costes y estar más cerca de un mercado creciente como el latinoaméricano y dejarán a un pequeño equipo comercial en España.
De momento, Norwegian Cruise Line parece que es la naviera que, sin saber si es una postura de austeridad o de presupuesto, es la que cuenta con menos potencial comercial en Europa.
En una línea parecida están Seabourn y Holland América ambas compartiendo recursos técnicos e incluso con webs totalmente iguales. No es menos Cunard y Princess, ambas montadas bajo un sistema de control y gestión de reservas idéntico y cuya parte comercial se va poco a poco juntando.
Al final, parece ser que todo se centra en tener una marca central potente y varias submarcas con productos dirigidos a varios tipos de clientes... aunque todo se reduce a conseguir tener los menos gastos posibles.
Veremos si esto es parte de una estrategia bien orquestrada por un director de orquestra potente o finalmente alguna naviera tendrá que verse abocada a cerrar por no llegar a las expectativas marcadas.
